Batallar los días
Callar los vientos
Suavizar montañas
Arrullar las calles
Pintar arboledas
Ondular el sol
Contar amapolas
Bailar sobre el mar
Allanar los caminos
Crecerse en los lances,
saber del otro y, con el otro,
vencerlos con la osadía de dos
Saber de tu roce
Fortificar tu piel
Aquietar la noche
Beber tu reposo
Guardar tu paso
Oír tus silencios
Anidar en tu torso
Ser mi designio amarte
... Vivir por amarte
Quererte para vivir
Sólo amar y ser querida
¡Tan sólo y tan preciado existir!
Lo lamento, Edu, perdí tu comentario en la entrada y no sé recuperarlo.
ResponderEliminarGracias siempre por tus palabras.
Besos