Déjame que divague con este momento,
ese en el que los dos reímos.
No es tan difícil, ¿verdad?
Voy a hablar y tú ya lo estás diciendo
... serán las bromas del destino
que nos ha hecho tan iguales.
Esta noche fue distinta a otras.
Una luna árabe de compañera
con apenas una tímida luz me guió,
arrullándome hasta la cama,
y lánguida de mirar sin verte
me dejé llevar por las fantasías.
Abrí los ojos y las manos evocaban
el trazo de tu perfil en el espacio
llegando con las yemas a tu boca.
Sé que la memoria me falla,
pero cuando se trata de ti
¡ah, el infinito no me estorba!
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